Estimadas socias, estimados socios
Esta Navidad tengo el honor de dirigirme a ustedes por primera vez como presidente del Club Natación Metropole, una institución que me recibió con los brazos abiertos hace 46 años. Aquí me formé como deportista y, sobre todo, me convertí en la persona que soy. Me gustaría resaltar justo eso en este momento tan delicado, cuando el coronavirus vuelve a condicionar nuestras vidas.
No quiero utilizar esta ocasión para contar lo que hemos hecho en las últimas semanas o lo que nos queda por realizar. No. En días tan convulsos, cuando el desánimo y la desazón empiezan a hacer mella tras dos años de pandemia, pero al mismo tiempo tan especiales porque nos reuniremos o nos reencontraremos con familiares y amigos, me gustaría recordar y subrayar los valores que nos da el deporte -y la natación en particular- porque son atributos que nos servirán para hacer frente a la dificultad.
La cultura del esfuerzo, el afán de superación personal, la capacidad de sacrificio, la constancia, la disciplina, la recompensa del trabajo bien hecho, saber perder tanto como saber ganar, el respeto al adversario y a las normas, la competición en buena lid, el compañerismo, el espíritu de equipo, la lealtad o el valor de la amistad nos ayudarán a superar esta adversidad. Todos los que han practicado deporte, todos los que han sido nadadores del Metropole, saben de lo que estoy hablando.
Este es nuestro principal compromiso como directivos de esta entidad. Preservar, a pesar de las actuales circunstancias, la labor social, deportiva y educativa que esta entidad ha venido realizando a favor de tantas y tantas generaciones de jóvenes, una tarea que redunda en favor no sólo de los chicos y chicas que aquí se forman, sino en beneficio de toda la sociedad canaria. No nos vamos a rendir. En 2022 vamos a defender al Metropole y a sus socios y usuarios, vamos a proteger todo lo que significa este club como institución y nos comprometemos a seguir ofreciéndole un servicio de calidad.
¡Feliz Navidad y próspero Año Nuevo!