El waterpolo nos ayuda a mejorar los aspectos físicos como la fuerza, la resistencia, la coordinación, el equilibrio y la velocidad. 

 

Como deporte de agua, ayuda a conseguir una mayor capacidad pulmonar y fortalecer nuestra musculatura. Desarrolla habilidades físico-psiquicas y habilidades técnicas. 

 

Como deporte de equipo crean responsabilidad y hacen que sus patrones de ejercicio sean mucho más regulares, aumentando la disciplina, respeto a los compañeros , tolerancia a la frustración , humildad y autoestima. Todos suman y todos aportan algo al equipo. 

 

Es un juego y como tal, enseña a gestionar tanto la derrota como la victoria. El waterpolo es pasión.